Por ejemplo, un cliente automatizó la gestión de inventario, lo que permitió un control preciso de la rotación de productos y evitó que las baterías caducaran en el almacén. Gracias al módulo de Inteligencia de Negocios, el sistema alertaba sobre las fechas de vencimiento, asegurando que se priorizara la venta de las baterías más antiguas. Además, la empresa pudo planificar de manera más efectiva el reabastecimiento, manteniendo un flujo continuo de productos frescos y reduciendo considerablemente las pérdidas por obsolescencia, así mismo al momento de realizar la factura, gracias a los formatos de impresión personalizados podía tener el dato exacto del volumen y peso del producto facturado y de esa forma coordinar con la empresa proveedora del servicio de transporte las unidades ideales para el traslado de la mercadería. Gracias a esta optimización, mejoró tanto su rentabilidad como la satisfacción del cliente.