Por ejemplo, un cliente comercializadora optimizó el control de inventarios, garantizando una mejor rotación de bicicletas y accesorios, y asegurando que los modelos más vendidos siempre estuvieran disponibles. El sistema facilitó una planificación más eficiente de las compras y el manejo del stock, evitando sobre stock y productos agotados. El CRM permitió un seguimiento más eficaz del rendimiento del equipo de ventas, ayudando a identificar las causas detrás del incumplimiento de metas y a establecer estrategias que mejoraron los resultados. Como consecuencia, la comercializadora incrementó su rentabilidad y mejoró la experiencia de compra de sus clientes